En esta materia, toda la sociedad es responsable, desde el vecino que no denuncia el micro basural cerca de su villa, pasando por el equipo de emergencias que debe estar capacitado y entrenado, hasta las autoridades, con responsabilidad en esta problemática real y evidente.
La ciudad ha ido creciendo y sus tentáculos, de manera inevitable, se van introduciendo en medio del bosque, del espacio que nos separaba antes del bosque e inclusive, y porque así todos deseamos la ciudad, incorporando superficies verdes en el interior de la misma. Esto nos presenta un doble problema, las situaciones de criticidad urbana las llevamos al bosque (basuras, desechos industriales, desechos de biomasa) y las características normales del medio se van vinculando a la ciudad (pastizales, cementeras, matorrales y bosque). La consecuencia de esto presenta el problema que vuelvo a presentar en este artículo; los incendios de interfase.
Hoy puede decirse que “….ya no tenemos un fuego que quema bosque y ocasionalmente alguna vivienda, ha nacido una nueva generación de incendios que se propaga por masa forestal, jardines y casas sin dificultad ni diferenciaciones…” (Castellnou, Rodríguez, Miralles – Barcelona, año 2000), y si bien es cierto la preparación y el equipamiento de los equipos de respuesta a la emergencia son un factor fundamental, no se puede siquiera pensar en un trabajo exitoso si prima la falta de previsión y el parcial o nulo involucramiento de la población civil y sus dirigentes en esta problemática.
Una vez vinculo este blog a los incendios de interfase, pues mis más de 18 años de experiencia en el combate de incendios, y las infinitas horas estudiando el tema, me llevan a concluir que para nuestra ciudad, nuestra “pequeña patria” como nos gusta llamarle, el principal riesgo a la vida de las personas y a la perdida de sus bienes, es este fenómeno. No olvidemos que en nuestra ciudad hay casi 2.000 viviendas urbanas en riesgo de incendio de interfaces, y debemos sumar las villas rurales (Malalcahuello, Manzanar, Santa Julia, etc) con lo que duplicamos ese número.
LOS EQUIPOS DE RESPUESTA:
No podemos construir un modelo o visualizar un protocolo, si los equipos de emergencia no se encuentran empoderados, entrenados y equipados. Los medios actuales, que conozco a plenitud NO son suficientes, un incendio de interfase que se propague a 10 viviendas (esto sería un incendio “pequeño” comparado con lo normal de este tipo de emergencias) requerirá AL MENOS 800GPM de caudal continuo para poder controlarlo, dicho de otro modo, se seguirá propagando de no hacerlo así. Para esto, se requiere una inyección permanente mientras se desarrolla la emergencia de 3.000 litros de agua por cada minuto de trabajo. La pregunta es, considerando que los grifos entregan 600lpm, y que después de 4 minutos de trabajo eficiente ya no quedará reserva de agua en los carros de bomberos (estoy contando todas las máquinas de la ciudad), ¿que nos queda? Inevitablemente el incendio a partir de ese minuto, se descontrolará y se transformará en una tragedia. Las carencias actuales son:
– Capacitación
o Se torna complejo buscar contar con los materiales necesarios y no capacitar al personal, esa responsabilidad debe asumirse, en este tema la capacitación es lo más barato.
– Procedimientos
o Una vez capacitados, se debe fijar protocolos, informarlos, asumirlos y seguirlos, poco se avanza si logramos fijar el protocolo pero no lo seguimos, esto es parte esencial de una respuesta profesional a la emergencia, que es lo que la ciudadanía espera de los equipos de emergencia.
– Equipamiento:
o Unidad Aljibe. Una unidad que permita entregar 8.000 lts de agua a la unidad de ataque, para la dimensión de fuego antes mencionada, asegura casi 3 minutos de trabajo ininterrumpido sin restar caudal, en esos tres minutos el grifo ya habrá entregado 2.000lts adicionales lo que asegurará otro minuto de trabajo con caudal óptimo. Solo con el agua del estanque de un carro promedio, más un aljibe más un grifo convencional, tendremos casi 6 minutos de trabajo a caudal óptimo (considerando una emergencia como la que se propone al comienzo de este artículo. De cualquier forma, una unidad de este tipo no solo se puede desempeñar en estas emergencias, permitiría cumplir una tremenda función para la comuna, tanto en incendios como en catástrofes y representaría además un reservorio de agua potable para situaciones mayores e inesperadas.
o Mangueras LDH. Permiten un abastecimiento óptimo, sacan mayor rendimiento a los grifos y transportan mayores volúmenes de agua entre unidades, para la realidad local, se requiere al menos 300mts de LDH.
o Unidad de intervención rápida, de dimensiones menores a las urbanas actuales, pero de rápido despliegue, que movilice al equipo de intervención forestal acarreando máquinas y herramientas necesarias para el personal
– Herramientas:
El equipo de respuesta que ataque el incendio antes de llegar a las casas, debe estar equipado de forma correcta. Uniformes forestales adecuados y que cautelen a los voluntarios del riesgo inherente a la actividad (actualmente el voluntariado en Curacautin tiene dos opciones, o combate un incendio forestal con los pesados uniformes estructurales, que lo harán colapsar en 10-15 minutos por stress térmico, o usan unos pantalones reciclados de Gendarmería, que ofrecen nula protección).Se requiere tambien de herramientas manuales adecuadas para lograr la rápida separación de la zona comprometida con las casas aledañas (Pulaski, Mcload, Matachispas, motosierras, motobombas, etc).
LA CIUDADANÍA:
A través de la estructura orgánica de la comuna, la ciudadanía debe ser parte de la solución:
– Desmalezado y limpieza.
o Los patios de casas y parcelas deben mantenerse limpios, de preferencia en ausencia de pastizales, la propagación del fuego en esta vegetación de baja altura es rápida y peligrosa.
o La franja fiscal en borde de poblaciones, por más que sea responsabilidad del municipio u otro órgano fiscal, no pueden los habitantes esperar a que “otro” los limpie, somos nosotros los encargados de, en proactividad, ejecutar para prevenir.
– Denuncia de microbasurales.
o Usando las policías, las juntas de vecinos y el municipio, debemos denunciar a los inescrupulosos que botan basura, entendamos que es un problema de todos y supone un riesgo para nosotros.
Cuando la comunidad se une en torno a una causa común, crecemos como sociedad
De todos depende evitar tener que engrosar la creciente lista de ciudades que han sido víctimas del fuego de interfase.
**Articulo extraido del blog capacitandobomberos.blogspot.com